viernes, 22 de enero de 2016

LUCIDEZ Y AGONÍA - PARTE II

La sombra sin nombre

He estado pensando en ti, bebiendo tus suspiros lejanos; tratando de adivinar quién eres.
Tu silueta marca un cliché en el enredijo de mis pensamientos.
¿Cómo te llamas, qué buscas aquí?
Por esta montaña rusa no habrá diversión, en cada subida encontrarás algodones de azúcar color pastel; en las bajadas una destrucción infinita.
No te acerques a mis sueños, no te detengas en la media noche.
Ven a mí, detén tus labios sobre mis hombros; abraza mi nostalgia.
Permanece en los amaneceres, desata mi cordura… a cambio te ofrezco locura; esa que se remarca entre versos, risas estúpidas y un par de besos bajo tu nuca y tu frente.

¿Por qué me persigues?, ¿quieres mi melancolía?
Esas dosis de nicotina quizá alteran las horas, ¿vas detrás de mí sin querer alcanzarme?
Lluéveme, pero no te escondas; quiero ver esa tormenta que tienen tus ratos a solas.
Acércate, deja de esconderte entre nuestras sombras.
No, no me interesa conocer tus demonios ni tus desventuras; no quiero cargar tu resistencia a la vida. Tampoco me interesa saber quién te ha quebrantado o quién te golpeó el ego.
Déjame saber de tus sonrisas, comparte tus trocitos de realidad.
No me preguntes por qué está descompuesta mi capacidad de amar, acércate a mi cabello y déjate llevar.

¿Bailamos?, yo tampoco sé; vamos a intentar no pisar nuestros pasos. 

Mond

No hay comentarios:

Publicar un comentario